Creados con el aleatorio y absurdo sistema surrealista:
Kratos miraba calzones en el inframundo y respiraba multicolores fantasmas por las noches lluviosas de invierno.
Rufus empuña los senos cerca de donde guardaba su fe y desechó las sombras diamante cuando caía la lluvia.
Di Caprio carga la locura detrás de sus miradas y escupe estrellas vacías durante todas las tardes de otoño.
Borstillo comía pasto a través del mar y yacía minutos redondos con cada sonrisa perdida.
Heliodoro lame a la núcleo-chica y añora su triste idea mientras los cuervos cantaban en la neblina.
Leurel pintaba búhos en el mausoleo y picoteaba una seductora avellana en las madrugadas.
Anastasia juega pingüinos en el bar del hotel “Flamingo’s” y enturbia los dulces y carnosos muslos durante los años luz en los que su vida florecía.
Violeta ilusionó mientras trascendía sobre el lago y pensaba en las peras que caían.
Lucas sueña una idea en tu casa y observa a Goicochea al caer el alba.
Felipa destrozaba coliflores a través del burdel mientras exorcizaba la situación en el crepúsculo.
Juan García Gutiérrez chemea crisantemos con infamia y miente fragmentos de olvidos en el azuloso atardecer.
El 4to. muro muere, las hojas en columpios saludan a la niebla sofocante a las 7 de la mañana.
José Alfredo de la Peña García realizaba chocolates búlgaros bajo el mar y miraba la avidez de su sombra cuando florecía la mañana.
María Dolores destruye luces bajo los párpados del mundo y muerde en una tarde la mente perversa de un sacerdote consternado.
Alas negras.
Hace 12 años
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